HERNIAS DISCALES
La hernia discal es uno de los problemas más temibles y dolorosos de espalda y cada vez mas frecuente.
No hace falta decir que la palabra hernia va asociada a ¡dolor!. En nuestra consulta 7 de cada 10 pacientes acuden por dolor de espalda y muchos de ellos se preguntan si lo que tienen es una hernia y cómo se les ha producido. En la actualidad padecer una hernia es uno de los motivos de baja laboral más comunes.
¿Qué es una hernia discal?
Antes de nada hay que explicar la composición del disco intervertebral. Tenemos 26 discos intervertebrales que su principal función es de amortiguar las cargas, es un colchón que absorbe las fuerzas de la gravedad para evitar el sufrimiento óseo. El disco esta formado por un anillo fibroso que es duro y resistente y que contiene un núcleo pulposo, gelatinoso, rico en agua y bastante móvil.
Cuando aumenta la presión en el disco intervertebral el anillo puede romperse provocando que el núcleo salga hacia fuera pudiendo llegar a comprimir el resto de estructuras a su paso o lo que comúnmente se conoce como un pinzamiento.
Síntomas
Los síntomas varían en función del tejido que se esté comprimiendo. Los casos más comunes son debido a ese pinzamiento nervisoso en las vértebras cervicales o lumbares provocando los síntomas a continuación:
- Dolor local e irradiado.
- Perdida de fuerza
- Alteración de la sensibilidad
- Hormigueo.
- Tirantez intensa.
Esta sintomatología puede verse empeorada por diferentes patologías en curso como puede ser la artrosis y la deshidratación discal.
Tipos de Hernia
Varían en función de la localización del núcleo con respecto a la raíz nerviosa de esa vértebra. Pueden ser:
- Central o posterior
- Posterolateral
- Lateral o intraforaminal.
- Externa o extraforaminal
Posición antálgica
Es la postura que adoptamos para el confort y evitar al máximo el dolor que sufrimos. Se debe principalmente al tipo de hernia ya que debemos desviar el disco de la raíz nerviosa comprimida.
Causas
La causa principal es una hipermovilidad o exceso de movimiento en esa vértebra debido a la hipomivilidad o falta de movimiento de otras estructuras cercanas como pueden ser el sacro o las dorsales. Esto puede deberse a diversos factores:
- Factores traumáticos: caídas, golpes o accidentes.
- Factores microtraumáticos: una mala postura, coger peso o estar sentado durante mucho tiempo, deportes asimétricos o muy intensos.
- Factor visceral: un mal funcionamiento visceral va a provocar que ciertas zonas de la espalda se queden rígidas y por lo tanto el cuerpo compense con una hipermovilidad compensatoria que mantenido en el tiempo durante meses o años acabe produciendo una hernia discal con un simple gesto cotidiano como puede ser abrocharse los zapatos.
Tratamiento
El objetivo siempre va a ser reducir la inflamación del disco, descongestionar la raíz nerviosa y darle movilidad a la zona que esté bloqueada. Esto consistirá fundamentalmente en tres pasos:
- Técnicas osteopáticas para devolver la movilidad a los tejidos rígidos.
- Técnicas de masoterapia para descontracturar la zona afectada para disminuir la presión discal.
- Estiramientos de la musculatura relacionada.
- Técnicas antiinflamatorias.
- Electroterapia.
ENRIQUE ÁLVAREZ SARALEGUI
FISIOTERAPEUTA
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